Título del fanfic: My sexy playboy
Pareja: InooDai- YamaJima
Tipo: Yaoi
Género: Romance- lemon
Clasificación: +17.
Extensión: veremos (?)
Advertencias: Sexo explicito.
Descripción: La historia está desarrollada en torno a Arioka
Daiki, un adolescente normal de 17 años,
con calificaciones promedio en un Instituto normal, una familia amorosa y
buenos amigos. En su último año, su vida da un giro de 180° cuando un
estudiante de último año, Inoo Kei, considerado un total busca pleitos y Casanova
en todos los institutos de Seúl, es transferido al suyo.
Comentario de la
Autora : Este fic esta dedicado a mi hermanita hermosa,
Yuumhi, por su cumpleaños. Espero te guste tu regalo TRASADO hermosa n_____n.
Ya se que hace mucho que no escribo, pero prometo ponerme al
corriente D:
Nota : Leeré TODOS y CADA UNO de los comentarios, si tienen
ideas o quieren aportar como les gustaría que continúe escribiendo los fics,
las tomaré en cuenta para mis próximos proyectos. Me gusta escribir fics por y
para lectoras que, como yo, aman las parejas de Hey! Say! JUMP n.n.
Estaba en el más lindo sueño comiendo uvas cuando un
molesto ruido me hizo volver a la realidad, maldito despertador.
–mmm, 5 minutos más- Intenté volver a acurrucarme entre las
frazadas.
– ¡Daiki, es hora de
levantarte, llegarás tarde al instituto
en tu primer día!– La voz de mi madre solo hizo que mi cuerpo tuviera aún menos
voluntad para abandonar la cama que, extrañamente, cuando era hora de
levantarme se volvía más reconfortable. – ¡Baja a desayunar!
– ¡En unos minutos
estaré listo! – Con gran fuerza de voluntad me despegué de mi lecho, tome el uniforme
que había preparado el día anterior, que constaba de una camisa blanca, un
pullover azul, corbata azul, pantalón negro y zapatos negros, y me dirigí al
baño que tenía en mi habitación. Media hora después estaba totalmente listo,
bajé a desayunar. Besé la mejilla
izquierda de mi madre, despeiné el cabello de mi hermano mayor y le di los
buenos días a mi padre que leía el periódico.
–Cada día te tardas más y más en arreglarte, vas al
instituto no a una cita…quiero creer– Opinó mi hermano al tiempo que acomodaba el desorden que causé en su cabello. Siempre tenía algo que
acotar…pero lo quería tanto que solo atine a sonreírle.
–¡Respeta a tus menores!- Era algo tonto, incluso traté de sonar firme, pero solo
obtuve una sonrisa burlona de su parte.
– Hai ~… ¡solo recuerda presentarme a mi cuñada! –Escuche a
mis padres reír y me puse más rojo que un tomate. Lo cierto es que a mi me
gustaba una chica, no era de mi instituto, puesto que iba a un instituto que
solo era de chicos, aunque aún no sabía si mi amor era correspondido.
Salí apresurado, como siempre, tomé el autobús en el cual
viajaba esa chica que tanto me gustaba, Yui. En cuanto notó mi mirada me sonrió
y se acerco a saludarme como siempre, hablamos de cosas triviales hasta que
tuvo que bajarse.
Al estar cerca de la entrada principal de mi instituto, noté
como un costoso auto negro con vidrios polarizados pasaba a mi lado
deteniéndose en ésta. De él bajó el chico más sexy que haya visto alguna vez en
mis 17 años de vida. Su cabello era de un bello color negro desordenado y, por
lo que mis ojos captaban, era alto y estaba dotado de un buen cuerpo. Su
uniforme lo llevaba de manera desordenada, sin quitarle lo sensual, con una
cadena colgada en su cadera derecha y unas cuantas en el cuello con una cruz,
notándose por su camisa a medio abrochar; dándole ese toque provocador que
esparció un calor por todo mi cuerpo.
Dejé de observarlo por temor a que se dé cuenta y porque
quería dejar de babear por un chico que siquiera conocía.
–DAAAAAAAAAAAAAAIIIIII– Volteé justo a tiempo para recibir
el efusivo abrazo de uno de mis mejores amigos, Hikaru– Nos vimos ayer, pero
extrañaba verte con uniforme– Me atrajo hacia él acariciándome el cabello como
si de un perrito tratara. – Awww, me pregunto que nos deparará este año…es el
último después de todo. ¿Será que por fin perderás tu sagrada virginidad?- Ante
esto último mi rostro se puso como un semáforo, cubrí la boca de mi amigoy miré a todos lados con temor de que alguien lo hubiera escuchado. Le dediqué una mirada retadora a lo cual él salió corriendo al interior del instituto incitándome a perseguirlo hasta
mi, ahora, salón de clases. Saludé a algunos de mis compañeros, algunos nuevos,
otros ya los había tenido en años anteriores.
Tomé asiento junto a Hikaru y nos quedamos hablando sobre
nuestras aburridas vacaciones.
–¡ Chicos! – volteamos a ver a mi otro mejor amigo, Ryosuke– Primero que nada, buenos
días…segundo, ¿se enteraron?
–¿Qué cosa?– Pregunto mi amigo, el rey de los
chismosos. Pude percatarme que no solo
él, sino que varios en el curso prestaron atención a lo que Yama-chan, como le
decíamos Hika y Yo, decía.
– Inoo Kei, el mismísimo que todos conocemos, se trasladó a
nuestro instituto este año…lo vi en la sala de profesores– Su voz tembló un
poco. De la nada los murmullos invadieron el salón y yo no entendía el por qué.
– Yama-chan…¿Quién es ese tal….?
–¡¿ No conoces a Inoo Kei?! – Toda la clase quedo en
silencio mirándome sorprendida. - ¿Es que acaso vives en un frasco de Yogurt?
–Lamento mi ignorancia- Si algo se me daba bien, era el
sarcasmo.
–Veras mi querido gatito…Inoo Kei es uno de los chicos más
problemáticos entre los institutos de Seúl, su fama se debe a su, déjame
decirte físico; a su personalidad problemática y al tipo de familia del cual
procede.
– Pero, si es tan problemático… ¿Por qué no lo expulsan y
ya?
–Elemental mi querido Arioka…su familia tiene una gran
posición económica, lo cual le permite estar en el instituto que quiera, el
tiempo que quiera y hacer lo que se le venga en gana. De todos modos por el tipo
de familia de la cual proviene, tiene un excelentísimo nivel académico, así
que, aún sin hacer nada, sus calificaciones son las mejores de todos los
institutos en los que ha estado.– Ryosuke sabía, y mucho. Analicé la
información y me di cuenta que en cierta forma tenía sentido…no era más que un
niño caprichoso que iba a divertirse a la escuela, no a estudiar como muchos.
–También es muy conocido como todo un casanova–Agregó – Con
chicas y chicos, así que ten cuidado Dai – No aguanto la risa y Hikaru le hizo
coro.
–¿Por qué lo dices?– Inflé las mejillas de manera tierna
mostrando una cara de enfado.
–Solo mírate– Yamada me tomó por las mejillas, tirando de
ellas. – Eres lo más lindo que hay– Me abrazó hasta quitarme el aire.–Con ese rostro cualquiera se conformaría...–Los miré mal y me senté con los brazos cruzados mirando al frente, aún sintiendo las risas de fondo de más de uno de mis compañeros de curso.
Entró el profesor, haciendo que todos volvamos a nuestros
respectivos lugares.
Al término de la clase fuimos a la cafetería, moría de
hambre. Nos enfrentamos a un gran tumulto de gente que supuestamente esperaba
al chico problema. Nos acomodamos en una mesa apartada y conversábamos de
trivialidades mientras reíamos por las ocurrencias de Hikaru. De la nada
escuchamos un escándalo formado por los demás estudiantes, en la puerta se
podían apreciar tres estudiantes…¡ahí estaba el sexy chico que había visto en
la entrada!...oh-oh.¡ No, no, no, no, noo!... él no puede ser…
–Mira, el que está en el medio es Kei-sama…esta en último
año.– Los tres caminaban entre los estudiantes con sus bandejas, a medida que
estos caminaban, los estudiantes se apartaban con respeto, nerviosismo o
admiración. –Al parecer no solo él, sino que sus dos mejores amigos se
transfirieron… esto solo significa que él está por algo importante.
–¿Importante?– Esto de no saber nada me estaba molestando.
–Sí, con Yama-chan sabemos que siempre que los tres se
transfieren a un instituto es porque buscan algo importante. El del cabello
rubio que está a su derecha es Takaki Yuya,
Su madre es actriz y su padre un famoso empresario, está en nuestro
mismo año pero en la otra sección. Igual
que el cabello negro, que está a su izquierda, es Nakajima Yuto, conocido
porque su familia posee una gran cantidad de hoteles, es un tanto sádico según
escuché…ten cuidado- Hikaru me relataba con lujo de detalle ante mi atenta
mirada.
El trío de playboys se paró frente a una mesa que tenía a
estudiantes de primer año, no muy lejos de la nuestra. Toda la cafetería quedó
en silencio.
–¿Es necesario que diga que se muevan?– Su hermosa voz,
acompañada por esa sonrisa de lado, me quitó el aliento. Los pobres chicos
salieron corriendo sin pensarlo dos veces, extrañamente sonrojados, dejándole
el paso libre al trío. El lugar volvió a la normalidad no obstante, no podía
quitar la vista del perfecto rostro del chico problema. Escuchaba de fondo la conversación que mis
dos amigos compartían, pero toda mi atención estaba centrada en Inoo, el cual
hablaba de quien sabe que con sus amigos.
Mi mirada había sido demasiado persistente, tanto que sus
ojos se posaron en mí. Sus ojos eran de un marrón oscuro, que solo agregaban
sensualidad a su perfecta imagen y reflejaban diversión, me regaló una sonrisa
de lado. Bajé mi rostro sonrojado, por un momento, y volví a mirarlo; él seguía
con esa sonrisa que, luego de mi reacción, fue en aumento. Volteé la mirada
hacia mis amigos que hablaban de algo de lo cual no tenía idea sin embargo,
sentía aún su mirada sobre mí.
–Tenemos que elegir a uno de nosotros que se haga cargo–
¿eh?...¿De qué me perdí?– Dai-chan, hazlo tú…te conoces el reglamento a la
perfección y muchos aquí te respetan.
–¿De qué hablan?
–¿En qué estás pensando últimamente que andas en la luna?
–Lo siento– Bajé la mirada avergonzado.
– Hablo de que todos los años eligen a un estudiante de
segundo que vigile la sala de castigos, algo así como un asistente del profesor
a cargo…¿qué dices?.
–No creo que sea buena idea… puede que…
–Puede que eso te ayude a adquirir tu tan esperada beca universitaria,
Dai-chii– Me interrumpieron con esto, terminando por convencerme.
Al término de las clases, como mi rol me lo indicaba, me
quedé para vigilar la tan dichosa sala de castigos. Esperaba, desde el fondo de
mi corazón, que nadie estuviese. Al ingresar saludé al profesor, que me dio las
indicaciones de cómo tenía que manejar la situación; sólo tenía que mantener la
sala en silencio y dictar unos ejercicios de matemática para entretener al, o a
los estudiantes, que estuvieran en penitencia. No parecía una tarea difícil,
acepté el encargo y me dirigí a mi puesto. Volteé para saludar encontrándome
con la fija mirada de Inoo Kei. Dios, dime que esto es un error, por favor.
–Buenas tardes, mi nombre es Arioka Daiki y soy el
estudiante de segundo año que estará a cargo de esta sección por este año.–Le
regalé una de mis mejores sonrisas a pesar de los nervios que me invadían.
Sabía de sobra que él era un chico problemático, tendría sumo cuidado. –
¿Podrías decirme por qué estás aquí siendo el primer día de cursada? –Traté de
sonar lo más amable posible. – Honestamente esperaba encontrarme con una sala
vacía.
–Pues ya ves que no, Dai – Me desconcertó la manera tan
informal de dirigirse a mi ¡No me conoce!. Suspiré tratando de pasar eso por
alto y lo incité a continuar, aún no me había dicho el motivo de su presencia.
–Estoy aquí porque le toqué el trasero a la profesora de inglés, vaya decepción,
fue como tocar una tabla– Me respondió con una sonrisa burlona. Me sonrojé
hasta las orejas ¡era peor de lo que pensaba! ….¡¿En qué me metiste Hikaru?!.
–De acuerdo–
Carraspeé incómodo – Tengo entendido que debo darte unos ejercicios
mientras estés aquí bajo mi cargo – Suspiré con resignación, tomé una tiza y me
dispuse a copiar los ejercicios que me había encargado el profesor. Podía
sentir su intensa mirada, provocándome el escalofrío de mi vida; Volteé mi
cabeza para corroborar si no me estaba volviendo loco y lo que vi me dejo de cuadros,
no solo me estaba mirando a mi…estaba mirándome el trasero de la manera más
hambrienta que haya visto. Me sonroje violentamente y me dediqué a terminar de
copiar rápidamente para tomar asiento y así evitar su mirada.
Pasaron unos minutos y el chico busca problemas me anunció
que había terminado, dejándome sorprendido. Me incorporé y me dirigí hacia él
para tomar su hoja con los ejercicios, notando en su mano varios anillos, y
corregirla ante su atenta y hambrienta mirada, ahora, hacia todo mi cuerpo sintiéndome
completamente desnudo.
–¿Quieres dejar de mirarme así?... Me pones nervioso y no
logro concentrarme.
–No, me gusta lo que veo- Ronroneo. Un escalofrío recorrió
mi cuerpo ante la última frase dicha por él. –¿Tienes pareja?– Paré de corregir
y lo miré sorprendido, ahora sus ojos estaban puestos en los míos.
–Primero no soy tu amigo, respétame. Segundo…es mi vida
privada, no tengo que responderte y menos por insolente. –Traté de sonar firme,
pero creo que el rubor en mis mejillas me delataba. Me sonrío de manera coqueta
y me recorrió nuevamente el cuerpo con su intensa mirada. Continué en lo mío
tratando de ignorarlo, sus ejercicios estaban perfectos, incluso su caligrafía
lo era dejándome anonadado. –Están perfectos, no entiendo como un estudiante de
tu categoría estudia aquí…–Suspiré– Al menos deberías respetar a tus profesores
y permanecer en clase, oí que sales en medio de una explicación como si no te
importara…estar en frente de los alumnos es más duro de lo que puedas llegar a
pensar.
–Nada de lo que esos idiotas enseñan me interesa, son cosas
que ya se…además, si por hacer de las mías voy a compartir castigos contigo, lo
haré siempre.– Mi corazón golpeó mi pecho con fuerza, no esperaba esa clase de
respuesta. –Ahora… ¿Tienes pareja? porque, creeme, lo último que quiero es ser tu amigo– Se lamió los labios produciendo un horrible escalofrío en mi cuerpo.
–Que persistente–Suspiré con fastidio quitándome un mechón
de cabello que cubría mi ojo. –No, no tengo ¿feliz?– Respondí sarcásticamente.
–Como no tienes idea– Ronroneó, estaba al borde de un paro
cardíaco. Oh, Oh. Detecto peligro, líbrate de él Daiki o todo terminará mal.
–Bueno, creo que es suficiente por hoy…supongo que ya puedes
irte a casa– Caminé con intención de irme pero al momento de abrir la puerta,
ésta fue fuertemente cerrada asustándome. Me volteé molesto para enfrentar al culpable, grave error. Lo
tenía a menos de 5
centímetros de mi rostro, con una sonrisa de lado,
pudiendo sentir no solo su aliento a menta, sino que también la fragancia
masculina que portaba y me nublaba los pocos sentidos que aún me quedaban.
–Aún no quiero irme, gatito.–Abrí mis ojos sorprendido
¿desde cuándo se había tomado tantas libertades conmigo?. Sentía que se me iba
a salir el corazón el cualquier instante.
–No estoy para bromas, debo irme a casa, déjame salir– Mi
voz disminuía y todo porque a cada palabra, Inoo se acercaba más y más. Cerré
mis ojos por instinto esperando lo peor; se acercó a mi oído soplándolo y
causándome suaves descargas.
–¿Quién esta bromeando, acaso te disgusta mi compañía?–
Mordió mi lóbulo derecho, sacándome un jadeo, jadeo que lo hizo sonreír. Aún no
pudiendo verlo podía sentir como sus facciones cambiaban a causa de la
excitante cercanía. Descendió hasta mi cuello depositando un beso
apasionadamente húmedo que me quitó el aliento, haciendo mis piernas gelatina;
tendiendo a colocar mis manos en sus hombros para no caer. Éstas se deslizaron
a su pecho tratando de apartarlo sin embargo, el que él sea más alto y fuerte,
y las descargas constantes en mi cuerpo, me confundían.
Su mano derecha presionaba la puerta, sosteniendo su peso,
mientras su mano izquierda descendía desde la puerta a mi hombro, deslizándose
por mi pecho y brazo derecho hasta posarse en mi estrecha cintura en un agarre
posesivo, atrayéndome hacia él, apegando nuestros planos vientres mientras él se entretenía con
mi cuello. Mi cuello era besado lentamente, como si disfrutara de cada beso,
cada lamida y cada succión dada en el mismo, como si se tratara del dulce más
delicioso. De un momento a otro se separó para aspirar en mi cuello.
–Tu aroma es adictivo, creo que quiero Daiki para la cena– Dio
una larga lamida desde el límite del cuello de la camisa, hasta mi mandíbula,
haciéndome suspirar y suavizar la resistencia de mis manos. Basto solo un
segundo para apegarse rápidamente a mis labios en un beso apasionado que me
tomó por sorpresa. Sus labios eran suaves y tenían un sabor y una habilidad que
me hacía querer más. La mano que sostenía la puerta se despegó de ésta
exclusivamente para unirse a la otra en mi cintura, recargando mi espalda en la
fría superficie. Su lengua lamía mis labios de una manera sumamente seductora
haciéndome cerrar los ojos y acariciar su pecho sobre la ropa, haciéndolo
suspirar entre besos y lamidas a mis labios; su mano derecha se dedicaba a
acariciar mi pecho y mi abdomen por debajo de mi pullover de lana, pero sobre la
camisa del uniforme que llevaba, aumentando las descargas en mi cuerpo a casa
rose. Se sentía endemoniadamente bien, podían preguntarme mi nombre que no
sabría la respuesta…estaba perdido en el placer que mi Senpai me brindaba.
Ambas manos, de un momento a otro, se dirigieron a mi
trasero, acariciándolo, disfrutando del roce haciéndome jadear suavemente.
–mmm a esto llamo un trasero delicioso mi Dai – Lo apretó –
Lo mejor es que es mío y de nadie más– Presionó un poco más esa zona y se
colocó entre mis piernas atrayéndome hacia él suministrándonos un delicioso
rose entre nuestras partes más sensibles, arrebatándonos un sonoro gemido que
aprovechó para introducir su dulce lengua, llegando casi hasta mi garganta.
Su cadera comenzó con un adictivo vaivén que se compenetraba
con su lengua que parecía estar haciéndole el amor a mi cavidad. Mis manos, que
antes estaban en su pecho tratando de apartarlo ahora estaban, una enredada en
su sedoso cabello negro atrayendo su boca aún más a la mía, y la otra en su espalda baja tratando de reducir cualquier espacio entre nuestros cuerpos, al igual que él que presionaba cada vez más
mis glúteos haciendo el rose de nuestros miembros más y más intimo. ¡¿En qué
momento me había vuelto tan atrevido
como para tocarlo de esa forma?!.
Más que besos, parecía que nos queríamos devorar el uno al
otro; Kei subió una de sus manos a mi nuca tomando rápidamente el control de la
situación, haciendo que su lengua llegara más profundo dentro de mi cavidad
bucal que se esforzaba por seguirle el ritmo salvaje, a la vez que liberaba mis
gemidos. Lo separé un poco de mi, formando un hilo de saliva, porque necesitaba aire, mis pulmones lo
necesitaban urgentemente; en cuanto lo hice, se apodero nuevamente de mi cuello
dando una sensual mordida y una fuerte succión que seguramente dejaría una gran
marca, pero en ese momento no me importaba, solo quería más y más de esta
sensación y mi entrepierna comenzaba a doler. Volvió a mi boca penetrándola sucesivamente con su lengua y, por un momento, nuestras miradas se cruzaron,
percibiendo el gran deseo que desprendía la suya, haciéndome reparar en la situación que me
encontraba: acorralado contra la puerta de la sala de castigos por Inoo Kei, un
busca pleitos y Casanova por excelencia, mientras recorre mi cuerpo y me besa a
su antojo.
Con toda mi fuerza de voluntad lo aparte de mi con un
empujón, abri la puerta y salí corriendo a toda la velocidad que mis piernas me
lo permitían. Corrí hasta la parada de autobuses que, para mi suerte, tenía un
bus estacionado y me dirigí a mi casa con una gran adrenalina recorriendo cada
una de mis células.
–Esto no se puede repetir… nunca.- Apoyé mi mano derecha en
mi corazón sintiendo su fuerte palpitar. – Inoo Kei ¿qué me has hecho?...
El camino de regreso a casa jamás había sido tan largo como
ahora, estaba sumamente nervioso y me dediqué a pensar en cómo disimular esta
sensación delante de mi familia, no quería que se preocuparan.
Llegué a casa un tanto agitado sorprendiendo a mi madre.
–¡¿Daiki, hijo, te encuentras bien?!- Subí rápidamente las
escaleras para evitar que vea mi rojísimo rostro, al tiempo que le respondía.
–¡Si! Sólo estoy un poco apurado, iré a tomar un baño.
–¡De acuerdo, cielo!.
Me adentré rápidamente a mi habitación con el corazón
prácticamente en la mano y me tiré boca abajo sobre mi cama de plaza y media,
tratando de controlar mi alocado músculo.
–Tengo que dejar de pensar en eso….en…él- Inmediatamente los
recuerdos volvían a mi mente, su hermoso rostro, esa sonrisa que le quitaba el
aliento a más de uno, su voz, su aliento mentolado. –¡BASTA!–Me tapé la boca
asustado esperando que nadie más que yo escuchara mi exclamación. Aún boca abajo tomé mi almohada y cubrí mi
rostro liberando un grito de frustración. Aún podía sentir su tacto en mi
cuerpo y mis labios tenían la sensación de los suyos, además del adormecimiento
por la intensidad de los besos. Mi cavidad aún tenía su sabor, su dulce sabor
intacto aumentando la frustración y la culpa en mi pecho. ¡¿Por qué cedí tan
rápido ante él?!. Seguro ahora piensa que soy un fácil y que podrá tenerme cada
vez que le venga en gana.
Una extraña sensación de calor me invadió, obligándome a
retirar el pullover de lana de mi cuerpo. En el proceso no pude evitar
sorprenderme, mi pullover estaba inundado de su embriagante fragancia. –¡Demonios!.– Me quité toda mi ropa, frustrándome entre prenda y prenda a causa
de que todo olía a él, quedando en ropa interior.
Ingresé al baño y opte por una ducha para eliminar todo
rastro de él. Sentir el tibio líquido en mi cuerpo logró relajarme al menos por
unos minutos. En cuanto tomé mi gel de ducha, fragancia uva, y lo incorporé a
mi cuerpo; con cada toque que la esponja ejercía en mi cuerpo lo imaginaba a él
proporcionándomelo. Terminé mi baño no relajante lo más rápido que pude y me
dispuse a secarme; en un momento me dispuse a verme en el espejo para encontrar
lo que podría llegar a ser atrayente para el chico problema, vaya fue mi
sorpresa al notar tres grandes marcas en la conexión de mi hombro y mi cuello,
completamente violetas. Las rocé con las yemas de mis dedos y atiné a
ruborizarme, llamaría a Hikaru para pedirle un consejo. Un golpe en la puerta
me sacó de mis pensamientos.
–Dai, hermano, la cena ya está lista.
–Bajo en un momento.
–Pues apúrate o me comeré tu parte.
Rápidamente me dispuse a ponerme mi pijama y me coloqué un
pañuelo, después inventaría una excusa.
Me senté teniendo a
mi hermano en frente y mis padres a mis lados, uno en cada punta de la mesa, y
me dispuse a comer la deliciosa cena que mi madre había preparado.
–¿Hijo, estás enfermo?– Tal y como esperaba, el pañuelo
llamó la atención de mi padre.
–Tomé un poco de frío esta mañana y ahora me siento un poco
adolorido de la garganta.
–Cuídate ¿si?.
–No te preocupes, seré más cuidadoso.– Sentí una mirada fija
en mi, volteando hacia mi hermano. Su mirada me escaneaba detalladamente
poniéndome nervioso, él era más listo de lo que uno podría llegar a pensar.
Terminé de cenar y subí a mi habitación, mi hermano me
siguió el paso puesto que su habitación quedaba frente a la mía.
– A mi no me vas a hacerme tragar el mismo cuento… estoy más
que seguro que esas marcas en tu cuello no son precisamente debido a un
resfriado. –Casi me daba un paro cardíaco al escuchar eso. –No voy a obligarte
a que me digas la verdad, sólo no me mientas.
–Lo siento, aniki…es solo…es vergonzoso hablar de ello.
–¿Fue un estudiante de tu instituto?
–Si-Dije en medio de un suspiro liberador. Tenía suerte de
tener un hermano como él.
–¡Entonces esperare pacientemente a que me presentes a mi cuñado!
Espero tenga dinero porque con lo que comes y lo caprichoso que eres, hay que
ser millonario– Me abrazó entre risas y entró rápidamente a su habitación,
aprovechando mi estupefacción. Retiro lo dicho, no es NADA bueno tener un
hermano así.
Me adentré a mi habitación aún procesando lo que mi osado
hermano había dicho y me dispuse a llamar a Hikaru. Tomé mi teléfono celular y
marqué su número que me sabía de memoria.
–Moshi moshi– Reí por su manera de atenderme.
–¿Otra vez viendo anime hasta tarde?
–Dai-chii, pequeñín ¿a qué le debo el placer de tu llamada a
las…10 de la noche?
–¿Pequeñín? Ok, lo pasaré por alto…Primero: Hika, te odio.
Segundo, tengo algo vergonzosamente importante que contarte
–Primero: es mutuo, segundo… ¿tiene que ver con tu responsabilidad
de cuidar a la sala de castigo?
–Me alegro, y si. ¿Te das una idea de lo que tuve que pasar hoy?
–No….la verdad que no tengo la menor idea– Odio al Hikaru
sarcástico.– Ya dime y libera tus penas con el psicólogo Hikaru-sama.
–Estuve a cargo de la última persona a la cual quería
ver…Inoo Kei–Dije su nombre en un susurro que no estoy seguro que haya
escuchado.
–¡¿Inoo Kei?!– me alejé un poco el teléfono de mi oído– ¡Qué
envidia! No sabes lo que hubiera dado por estar en tu lugar aggggrrr eres un
maldito afortunado ¿sabes?.
–¿Por qué será que no me siento de la misma forma?
–Estas mal, Daiki. Cualquiera del instituto daría su brazo
derecho por un momento a solas con él.
–No cuando te mira de manera hambrienta, te acorrala contra
la puerta de la sala de castigos, cerrada, y prácticamente te quita la
virginidad.
–Eres un exagerado, gatito. Él no haría…¡Un momento!–Me sobresalté
casi tirando el celular– …Cargando información… La base de datos de virus ha
sido actualizada- Reí ante el tonto comentario de mi amigo con perfecto acento
español.
–Eres un idiota, tómame enserio– Traté de sonar serio pero
aún continuaba riéndome.
–¡¿Me estás diciendo que tu, Arioka Daiki, tuviste un
momento de tan grande intimidad con el mismísimo Inoo Kei?!
– emmm ¿eso creo?– Dudé en responder.
–Ahora si no tengo dudas –Una interrogante se formo en mi
cara aunque él no podía verla- ¡¿Te das una idea de lo malditamente afortunado
que eres?!
–Hikaru… ¿Escuchaste bien lo que te dije?...¡Prácticamente
fui violado por él! De no ser porque me escapé, habría…
–Idiota…perdiste la oportunidad de perder tu virginidad. –Un
enorme calor me invadió desde mis pies, extendiéndose hasta mis mejillas
–¡ Yaotome!
–Lo siento, pero … ¿Qué tan bueno es besando?–
involuntariamente mis dos de mis dedos acariciaron mis labios, reviviendo el
momento.
–No voy a responder a eso
– ¡Daiki!
–¡He dicho que no y punto!
–De acuerdo– Destacó su tono desilusionado. – Y… ¿Qué
piensas hacer? Porque déjame decirte que tendrás que verlo muy seguido no solo
en el instituto, sino que también, en la sala de castigos. No olvidemos que es
un chico busca pleitos muy conocido.– Suspiré con pesadez ante lo último.
–No lo sé, solo sé que no quiero volver a verlo en lo que
queda del año. Con sólo recordar lo que pasó, me muero de vergüenza.
–Anímate. Yama-chan y yo estamos contigo para lo que
necesites.
–Gracias, baka. Sabía que podía contar contigo a pesar de
que quiera ahorcarte por las cosas que me dijiste.
–De nada, ahora enserio… ¿Qué tan bueno es besando?– Suspiré con resignación y corté la llamada.
Seguramente mañana me reprocharía por ello, pero no estaba dispuesto a
contestar sus preguntas bochornosas.
Opté por cubrirme con las mantas y a tratar de dormir, y
digo tratar porque después de las emociones del día de hoy, dudo lograrlo.
Mañana sería otro día, día en que tendría que evitar cualquier acercamiento con
Inoo costara lo que costara.
Al otro día fui precavido y me coloque nuevamente el
pañuelo, con la excusa de que hacía frío, para ir a la escuela, me despedí de
mis padres y fulminé con la mirada a mi hermano, que me miraba divertido.
Me crucé con Yui en el autobús olvidándome por un momento de
mis preocupaciones hasta que pisé la entrada del instituto
En la entrada me sorprendí al ver a un Inoo Kei con el
rostro dañado, no era mucho pero al sangre era notoria. Se encontraba caminando
normalmente hasta que me vio y me regalo una sonrisa seductora que me hizo
temblar. A pesar de que mi cabeza me decía que no me acercara, que era una
persona que seguramente terminaría lastimándome, lo hice. Mi parte emocional me
decía que debía ayudar al prójimo, aún si éste era el mismísimo demonio.
–Senpai….¿Estás bien?
–Ahora si– Me tomó desde la parte trasera de mi cabeza con
la intensión de un acercamiento más íntimo, acercamiento que no le permití al
colocar mi mano entre nosotros.
–Estas herido, déjame llevarte a la enfermería... por favor
–Puse mi mirada más suplicante. Creo que funcionó, dejó salir un gran suspiro y
asintió. Lo tomé del brazo y lo guié hasta dicha sección.
Llegamos a la enfermería y saludé a Marie, la enfermera a
cargo, la cual conocía ya que Hikaru se lastimaba a menudo.
–Daiki-kun, tiempo sin vernos–Me sonrió dulcemente, para
luego posar su mirada en Inoo. –Veo que esta vez no es Hikaru-kun…¿Qué te
ocurrió?– se acercó con intención de revisarlo pero, en el momento en que su
mano estuvo a menos de medio metro, Inoo se corrió dándole una mirada de
completo desagrado.
–No dejaré que esta cualquiera siquiera me toque– Ambos
quedamos con los ojos como platos. ¿Por qué había reaccionado de esa forma?.
–Inoo, ella es quien puede curar tus heridas…no es
conveniente que permanezcas con el rostro de esta forma el resto del día.
–No quiero si quiera verla, que se vaya– La miró con
profundo desprecio.
–Yo…– Marie no sabía que decir.
–Yo me haré cargo de él, Marie. Tu ve tranquila, cualquier
cosa te haré saber– Le sonreí con intención de calmarla, lo cual a mi parecer
funcionó.
Esperamos hasta que Marie se vaya y, al no ver a nadie en la
habitación además de nosotros, tomé el botiquín de primeros auxilios y curarlo
yo mismo. Le pedí que se sentara en una de las camas de la habitación y me
dispuse a curar la herida que tenía en su labio inferior. Coloqué el algodón con alcohol esperando una reacción
negativa. Me llevé una gran sorpresa al ver que no se quejaba, siquiera daba
señales de molestia. En todo el lapso en el que lo estuve atendiendo él no
dejaba de mirarme fijamente, aunque no era la misma mirada hambrienta de ayer,
era una completamente distinta….pero igual o más intensa.
–Creo que con eso estarás bien– Guardé las cosas que había
utilizado y me moví con intención de agrandar el espacio que nos separaba,
inesperadamente me tomó por la nuca, atrayéndome hacia él en un beso que me
quitó el aliento. Una de sus manos de deslizó hacia mi cintura y me tumbó sobre
la camilla en la cual estaba sentado, colocándose sobre mi e impidiendo todo
intento de escape. Se separó solo unos milímetros de mis labios para permitirme
respirar.
–Ayer te me escapaste, gatito… ¿tienes una idea de lo mucho
que te extrañé todas estas horas?–Lamió mis labios de una manera tan sensual
que un gemido se escapó de mis labios, quitando una sonrisa perversa de sus
labios. –Por lo que veo tú también me extrañaste. –Volvió a besarme pero ahora,
extrañamente, era un beso completamente diferente a los que me había dado
anteriormente. Éste era lento, pero igual de placentero que los demás, haciéndome
suspirar y caer completamente en sus redes. Sentí una de sus manos colarse
debajo de mi uniforme superior, acariciando la piel de mi pecho con la yema de
sus dedos causándome unas deliciosas descargas en toda la extensión de mi
cuerpo.
Me abrasé a su cuello y me apegué lo más que pude a su
cuerpo, mientras que mi acompañante, en medio de una caricia, desciende hasta
mi zona más intima y erógena acariciándola descaradamente por sobre la tela de
mis pantalones, haciéndome ahogar un fuerte gemido en el beso que estábamos
compartiendo. Me quitó el pañuelo que portaba en el cuello, con la intención de
esconder las marcas que me había dejado el día anterior, y se dedicó a besar y
morder las manchas moradas, que seguramente ahora sí permanecerían por mucho
tiempo ahí. Levantó las telas que portaba en mi torso, sin quitármelas, y comenzó
a esparcir suaves besos por toda la extensión del mismo, luego sus besos se
hicieron más insistentes pasando a succiones y próximamente a mordidas, que me
hacían arquearme. Pasó uno de sus brazos por mi cintura con intención de mantenerme
firme y comenzó a succionar mi ombligo suavemente, haciéndome gemir
sonoramente.
–Punto débil ¿neh?–Mordió uno de los bordes del mismo,
quitándome otro gemido. –No sabes cuanto me provocan esos sonidos, Dai– Volvió
a atacar mis labios de manera sensualmente hambrienta, mientras separaba mis
piernas para colocarse entre ellas. Iba
desabrochar mi cinturón, cuando desperté de mi trance apartándolo de mi
cuerpo e incorporándome hasta quedar parado a una distancia prudente.
–Yo… esto no está nada bien… no te conozco y yo…–Expresé un
tanto aturdido por el candente momento en el que participamos anteriormente. Antes
de que pudiera decir algo más, sentí un tirón en mi brazo izquierdo, una mano
en mi mejilla y unos dulces labios en los míos. Lo aparté de mí nuevamente y me
alejé rápidamente hasta quedar a un lado de la puerta. –¡Lo siento! – hice una
venia y abrí la puerta.
Escuché el sonido de la campana que anunciaba el comienzo de
las clases y como pude calme mis hormonas y acomodé mi uniforme adecuadamente.
Continuará...
Bueno se aceptan naranjazos, tomatazos, manzanazos y lo que sea comestible (?
Esperare sus comentarios n___n
PD: Yuumhi no me mates por hacer un fic seriado (?)
Diossssssssssssssssssss!!! Akari-Chan!!!!
ResponderEliminarcomo escribes tan bien??? O////O
INCREIBLE!
Hacia mucho que no leia un InooDai tan perfecto!
Lo ame en todos los sentidos!
Wajaja me encanta la actitud de Hika ^^ Es tan...lindo^^!!
Y nada mas imaginarme a Inoo con sus amigos me dan ganas de violarlos e.e Es broma...jeje ^^
Estuve leyendo este fic con una cara de tontita que hasta mi hermana se extraño...!
Fue tan asdsdsd *¬*
Ya quiero la contiii~ Y repito que LO AMÉ!
Sigue escribiendo mucho Akari-Chan ^^
Hola Natsu-chan n.n me alegro que te haya gustado mi fic *-*
Eliminaren unos días estaré poniendo la continuación n___n
Hola hermosa <3 mehas dejado sin palabras solo puedo decir esto _
ResponderEliminarLo amoooooooooooooooooooooooooooooo!!!!! Asdasdasdasdasdasdasdasdasdas muero juro k muero quiero contii ya onegaii así k Gambatte!!!!
en dos dias mas o menos (como mucho) pondré la continuación >.<
EliminarWuaaaaaaaaaaaaaaauuu¡¡¡¡
ResponderEliminarA sido simplemete increible ooommmmggggg¡g¡¡¡
He reido a mas no poder con hikaru y yama-chan con eso de'' ¿Es que acaso vives en un frasco de Yogurt? '' jaajaj empece a reirme e a montones jajaja
Y hika no se queda atras todo curioso oommmggg
No le culpo yo tambien querria saber como son los besos de inoo>////////////<
Guaaaaaaaaaaaaa¡¡¡¡¡mis playboys ¡¡algo me dice que este fic me eva a quitar horas de sueño oommmggg¡¡
Aasdsdsadsadsadsa¡¡¡¡kei todo sexy...me lo imagine y.......guia¡¡¡¡¡
Me encanta cuando le pones ese estilo xD
JjJAJAJAjaja lo ame¡¡¡¡ a sido...no..corrijo, es el mejor inoodai que leo desde hace ya un bueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen tiempo¡¡¡
A sido increible¡ lo ame¡¡¡ Onegaiii contiii¡¡
Espero que este pronto¡¡intentare acosarte lo mejor posible ^^
Arighato por subirlo >O<
acosame, acosame (? hahahahaha
Eliminarme pone muy muy feliz que te haya gustado mi fic *-*
pronto pronto estará la continuación :3
WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA *se agarra de los pelos* AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarPOR DIOS, ME ENCANTA!!!!!!!!!
Kei, esque te imagino asi y mis hormonas tambien reaccionan!!!! *O*
Siii, violate a Dai de una vez!!! Y tu, señorito Daiki, no huyas tanto cuando lo deseas de esa forma e.e
morí con "La base de datos de virus a sido actualizada" XDDDDDDDDDD
hxksjdosgsofhsisisjfipwhw Pon conti cuando puedas!!!! *///////*
Yo tamnbien me reía mientras lo escribía haahha uso el antivirus Avast y me inspiro (? hahahahah
Eliminarme alegro que te haya gustado one-chan n.n
Ya te lo dije e el cbox pero igual lo digo aqui por si las moscas^^
ResponderEliminarTe deje un premio en mi blog^^ pasate ne¡¡
hontou? O__o dasdasada eres la mejor *-* ahora miro *corre a ver*
Eliminargracias :D
Naranjazos? Cuales!!? BEEESOOOS! ABRAZOS! y un monton de apachurradas mias ♥_♥ ES EL MEJOR REGALO QUE ME HAS PODIDO DAAAAR! *-* Quiero, yo quiero.
ResponderEliminarLo ame, y ten por seguro que no dormire imaginandome a ese Inoo tan asdasdasdasdasdasdasdasdasdsaddasda sdasdasasdasdasdasdasd- Y a ese daiki tana asdagsdashdkjasdhkasjdhasd *convulsiona*
OMG
OMG OMG OMG OMG OMG de verdad me ha gustado!! Jaja, Hikaru me da riza~ Pero Daiki, eres un amor! Yo tmbn te comeeria! Claro, con el permiso de Inoo-Sama(?) XD pero siiiii~~
Dios mio Q_Q quiero escribir como tu -3- asdasdasdasdasd, quiero quiero, quiero. Te amo. Me dejar casarme contigo? XDDDDDDDDDDDDDDDD y vamonos a la India XDDDDDDDDDDDDDDDD
Recuerdo lo que te mencione de la india xDDD
Eliminary es obvio, daiki es tan o más comestible que una bolsa de dulces *-* ...peeeero es propiedad de Inoo-sama (afortunadito nos salio el morochazo (??????)) n.n
ya estoy escribiendo la continuación n.n
OMG quedé realmente sin palabras XD Anonada y abobada diría yo asdasd
ResponderEliminarPobre Daiki tener que soportar tal "bullying", porque eso... es ABUSO Y ACOSO XD!
HAHAHAHA Solo que de otra manera 1313 sadasd realmente me quedé sin palabras,
está demasiado bueno, demasiado excitante y asdasd ahhh ;w;♥
Amé el fic, realmente está buenísimo!
Espero que lo continúes pronto!!Aasdasd XD♥