lunes, 23 de julio de 2012

My sexy playboy


Hola! Disculpen la demora TnT *la patean* tuve unos contratiempos, además de que no me funcionaba muy bien la pc, espero disfruten de este capítulo n____n.

Capítulo dos:

Una vez hube acomodado mi ropa adecuadamente me dirigí a mi salón de clases, donde me esperaban Hikaru y Ryosuke. En el camino aproveché para regularizar mi respiración y mis hormonas, aunque odie admitirlo, Inoo me había dejado bastante encendido, al punto de dificultarme hasta caminara causa del problema entre mis piernas.
Me senté pesadamente en mi lugar tratando de alejar de mi mente, al menos por unos segundos, a Inoo Kei aunque ya sabía con anticipación que era imposible, y mucho menos después de lo que pasó hace tan solo unos minutos en la enfermería. De solo recordarlo un calor que, para mi gusto, era agradable inundó mi corta anatomía.
–Dai-chan… no quiero ser grosero pero… ¿qué tan lejos llegaron con Inoo-sama?–La voz de Hikaru me sacó de mis ensoñaciones.
–¿Qué? – Lo miré con curiosidad y él señaló mi descubierto cuello. Los colores subieron a mi rostro, haciendo mi cara arder. ¿Cómo se supone que le explicaría lo que pasó sin que saque falsas conjeturas? No pierdo nada con intentar…creo.
– Yo…no es lo que tú crees…yo…– ¿Desde cuándo tartamudeo al hablar?
– ¿Y qué se supone que es lo que YO creo?– ¿Es mi imaginación o Hikaru se estaba burlando de mí?. Últimamente había tomando el rol de ser el centro de burlas de Hikaru y Ryosuke.
–No tiene sentido que te lo diga, de todos modos comenzaras con tus bromas –Bufó molesto y se dedicó a prestar atención a clases. Yo por mi parte solo pensaba en todo lo que había pasado en estos dos días. Ahora sí que no sabría que hacer cada vez que me cruzara al sexy pelinegro…. ¿Dije sexy?....quise decir, pervertido pelinegro….eso. Todo lo que viví cada vez que me lo cruzaba me estaba afectado, debía ser más precavido.
Para mi suerte, o mi desgracia, la clase terminó rápidamente anunciando la hora del almuerzo, en otras palabras, la hora de cruzarme con Inoo de alguna u otra forma ¡Diablos!. Tengo que encontrar la forma de evitarlo a como dé lugar…aún no estoy psicológicamente preparado para verlo al rostro.
 Fui con Hikaru y Ryosuke, prácticamente escondido detrás de ellos, con la esperanza de no cruzármelo, para mi suerte no estaba presente en el comedor, así que me dispuse a elegir lo que iba a comer para después dirigirnos los tres a una mesa apartada.
–Daaaaiiii-chan–Ryosuke me abrazó –Me gustan esas marcas en ti– Se rió malévolamente.– Me pregunto cómo es que las obtuviste… ¿Se te ha olvidado contarme algo?– Ok, ahora tendría que contarle mi vergonzoso momento con Inoo a Ryosuke, sino sería puré de Daiki. Si algo sabía toda la escuela, sobre todo Hikaru y yo, es que nunca, NUNCA, debías hacer enfadar a Yamada Ryosuke, mucho menos si tu casa no es cercana a un hospital.
–Digamos que Daiki tuvo la maldita suerte de ser prácticamente devorado por Inoo en la sala de castigos– Hikaru y su bocota. Apoyé mis brazos sobre la mesa y escondí mi sonrojado rostro.
–Dime que perdiste la virginidad– Lentanté mi cabeza de golpe y lo miré entre sorprendido y aterrorizado.
–El muy idiota lo rechazo y huyo como damisela en peligro
–¡¿Qué?!....Espera, espera… ¿Tu, arioka Daiki….?– Asentí con temor.– ¡¿Es que acaso te has vuelto loco?!– Sentí las miradas de todo el alumnado sobre nosotros, aumentando mi vergüenza.
–Ya no tiene caso que lo regañemos, Ryosuke. Ya lo intenté ayer y no hubo caso.
–De acuerdo– Suspiró –Solo espero que en el próximo encuentro te dejes hacer. – Me atraganté con mi curry.
–¡¿Quieren dejarme tranquilo?!
–No–Dijeron al mismo tiempo que una sonrisa se formaba en sus rostros. Solté un suspiro y me dedique a la delicia que tenía enfrente. Se escucharon unos murmullos, los cuales solo me indicaron una sola cosa…Inoo hacía acto de presencia junto a sus amigos. Sentí como poco a poco mis músculos se tensaban y la atención de mis amigos era dirigida a mi persona, como tratando de adivinar que es lo que pasaba por mi mente.
Podía sentir su penetrante mirada sobre mi espalda. Mi respiración se fue haciendo más y más irregular, al tiempo que mi corazón latía a un ritmo descontrolado y el sudor frío me recorría pausadamente.
–Dai-chan– Ryosuke me abrazó para hablarme al oído. –Si quieres podemos…
–Por favor, no me siento muy bien– Creo que el tono de voz que había salido de mí había sido más que suficiente para convencerlos, ya que, al subir mi mirada ambos asintieron.
Mientras ellos terminaban rápidamente de recoger sus cosas, yo instintivamente volteé para verificar si su intensa mirada seguía siendo dirigida hacia mí. Mi sorpresa fue grande al ver que no solo estaba mirándome fijamente, sino que también portaba el pañuelo que me había quitado en la enfermería entre sus manos y apegado a su rostro, como si aspirara el aroma que emanaba de él. Segundos después, sin despegar mi vista de él, note como cerraba los ojos mientras realmente inspiraba el aroma de mi pañuelo; mis mejillas inmediatamente se sintieron arder y mi corazón golpeo mi pecho de una manera descabellada.
–Dai-chan– La voz de Hikaru fue lo que me trajo a la realidad, haciéndome apartar la mirada del pelinegro.–Vamos.
–Si– Me levanté lentamente de mi sitio y fui caminando lentamente hasta la salida, acompañado de mis dos amigos. Nos dirigimos al salón de clases y me distrajeron de todo pensamiento hacia Inoo  a través de bromas y juegos que hacíamos entre nosotros.

En cuanto terminó la clase, Ryosuke dijo que tenía algo que hacer en el laboratorio y Hikaru aprovecharía para jugar videojuegos con su PSP en la azotea, puesto que teníamos horas libres antes de nuestra próxima clase. Yo opté por ir a la cafetería por algo de comer, con la presencia de Inoo, no había comido prácticamente nada en la hora del almuerzo.

Pov Ryosuke:

Realmente me sorprendió lo de Daiki, nunca hubiera esperado en la vida que Inoo-sama se fijara en un chico tan común como lo era mi amigo. Igual en parte siento que no me extraña del todo, Daiki es un chico muy lindo y es, por lo general, amable con todo el mundo. Solo espero que la celebridad del Instituto no lastime a mi amigo, sino se las vería conmigo. Bueno, no precisamente conmigo, pero enviaría a alguno que lo haga por mí.

Ingrese al laboratorio de ciencias con el fin de realizar un trabajo con mi compañero de banco, Chinen Yuri, él era muy listo y siempre, con frecuencia, hacíamos los trabajos juntos. Chinen, al igual que yo, provenía de una familia acomodada, aunque en mi caso mi familia era de un posición un tanto inferior a la suya. Me adentré al aula correspondiente con gran tranquilidad hasta que vi algo que me dejó de piedra, Chinen-kun estaba contra la pared siendo besado por un chico muy alto que en un principio no reconocí. Traté de irme pasando desapercibido, honestamente la situación era por demás vergonzosa, pero en un momento de torpeza me golpeé con un banco, ocasionando bastante ruido que con obviedad los advirtió de mi presencia en el lugar, separándose de tan íntimo contacto.

−¡Auch! Eso dolió− Exclamé acariciando mi muslo golpeado.
–¡Yamada-kun!...esto…esto no es lo que parece, Yuto y yo…–Levanté mi vista hacia ellos y Chinen se veía por demás preocupado y alterado por la situación. Después de un momento, el chico alto de cabello negro volteó a verme con una sonrisa burlona. Ese chico yo lo conocía, sí que lo conocía, no era más ni nada menos que uno de los mejores amigos de Inoo-sama, Nakajima Yuto, además era el hijo del jefe de mi padre, además de que muchas veces había salido en televisión por ser el próximo heredero.
–Yo, lo siento Chinen-kun…Nakajima-san. Debí haber avisado y yo…–En ese momento no sabía que hacer, estaba muy muy avergonzado, solo quería irme lo más rápido de ese lugar y evitarme otra vergüenza. Hice una venia y estaba dispuesto a irme cuando siento que Chinen-kun me toma del brazo y me mira con los ojos llorosos.
–Juro que esto no es lo que piensas, Yamada-kun. Yo estaba esperándote como acordamos y él…
–¿Estas insinuando que yo te tomé en contra de tu voluntad? Porque déjame decirte que parecías disfrutarlo. –Ambos nos sorprendimos al escuchar, por primera vez, la voz del alto.
–Yo, Yamada-kun– Puse una mano sobre su boca para evitar que continuara hablando.
–No es necesario que me des explicaciones– Armonicé mi expresión para transmitirle calma. – No voy a alejarme de ti porque te guste… –se deshizo de mi mano y la tomó mirándome serio.
–Ryosuke –Me sobresalté al escuchar por primera vez mi nombre de sus labios – En verdad el no me…
–Así que tu eres Yamada Ryosuke– Mi mirada pasó de la sorprendida, casi asustada, de Chinen a Nakajima, quien comenzó a acercarse hacia nosotros de manera elegante– Quién diría que serías algo tan lindo – Tomó el brazo por el que Yuri me tomaba y lo apartó de una manera no muy educada de mí. – Está de más decir que es un gran placer en conocerte –Tomó la mano que antes tomaba mi bajo compañero y depositó un beso en ella, haciendo que una corriente extraña invada cada poro de mi ser y que mis mejillas ardieran.
–Yo…– Salí de mi shock y aparté mi mano suavemente mirando a Chinen, quien lo veía enojado. –¿ Chinen?
–¡¿Por qué hiciste eso, Yuto?!.
–Simple –Me tomó por sorpresa cuando me atrajo hacia él por la cintura, tomo mi mentón suavemente y depositó un beso en la comisura de mis labios. Mis piernas se hicieron gelatina, aumentando mi ritmo cardíaco. –Me parece lo más lindo que he visto, además tu y yo sabemos que tengo absolutamente todo el derecho sobre él.− Noté como le sonrío perversamente, disfrutando de las expresiones de confusión, frustración y tristeza de Chinen.
–¡Eres de lo peor!... tu, tu sabes que a mi él…
–No es mi problema, tú sabes.
–¡Te odio! –Chinen abandonó la habitación echando humo y yo continué prácticamente pegado a Nakajima sin poder reaccionar, es como si mi cuerpo tuviera imanes que me mantuvieran apegado a su cuerpo.
–¿En qué estábamos?–Me sobresalté al notar que ahora estábamos solos y que su rostro estaba muy cerca del mío. Me aparté rápidamente tomando una distancia prudente e hice una venia.
–Lo siento mucho, en verdad no debí interrumpir.– Me sentía muy apenado por la situación en la cual los encontré. Me incorporé sintiendo cierta molestia en la pierna, reflejándola en mi rostro en una mueca, por el reciente golpe y me encontré con una mirada seria de su parte. A pesar de que teníamos la misma edad, estando en diferentes clases, me sentía como si fuera completamente inferior a él.
Además debía admitir que la forma en la cual traía su uniforme le daba un aspecto mucho más maduro y a su vez rebelde. Portaba su uniforme de manera desordenada, no portaba pullover lo cual daba a lucir su camisa a medio abrochar y arremangada mostrando una gran cantidad de pulseras que, según mi parecer eran de oro y de plata; su corbata sin ajustar que portaba alfileres y prendedores llamativos y su oreja portaba dos piercings. Seguramente por ser quien era que no lo reprendían.
En cuanto volví a mirar su rostro me sobresalté, él estaba mirándome fijamente, como si me analizara; a pesar de que su rostro se mantenía serio sus ojos reflejaban algo parecido al deseo.
−¿Nakajima-san?−Sus ojos se conectaron con los míos haciendo que mi corazón golpeara fuertemente mi pecho. Acercó su mano derecha hasta mi rostro en una suave caricia que me erizó por completo, descendió su caricia por mi pecho para después acariciar mi cintura finalizando en mi muslo, donde me había golpeado anteriormente, sacando un gemido de dolor de mis labios. Se acuclilló a la altura de mi muslo y le atribuyó un suave masaje que me sacó un gemido, ahora de placer, al ser una zona demasiado sensible de mi cuerpo al tiempo que cerraba mis ojos relajándome.
−Deberías ser más cuidadoso, esto seguramente dejará una marca morada para mañana.−Habló mientras me seguía suministrándome un satisfactorio masaje. Detuvo toda acción y antes de incorporarse, le dio un beso a mi muslo, beso que causó que los colores se subieran a mi rostro.
−Gracias, ya prácticamente dejó de molestarme –Le sonreí.
−Quien diría que resultarás ser tan bello, Ryosuke− Me sobresalté por la confianza que utilizó para nombrarme. Acercó su mano derecha a mi mejilla dándole una suave caricia−Siempre creí que me encontraría con algo repetitivo, pero no, resultaste ser toda una lindura. Estoy más que satisfecho con lo que veo, le diré a mi padre que si aceptaré.− No entendía a lo que se refería, la cercanía estaba apagando una a una mis neuronas evitando la correcta sinapsis.
−Será mejor que vuelva, pronto empezará mi próxima clase – Mentí, en realidad me sentía incómodo estando a solas con esa escasa distancia entre nosotros.
− Si vas a mentirme, al menos inventa una mentira más original, Ryosuke− Pegué un brinco en mi sitio no solo porque me había descubierto, sino que también porque me había vuelto a llamar por mi nombre y muy pocas personas, a parte de mis dos mejores amigos y  mi familia, me llamaban por mi nombre.  La mano que antes me acariciaba ahora me tomaba del mentón y se acercó rozando nuestros labios, por inercia cerré los ojos esperando lo inevitable, sentí su respiración demasiado cerca . En cuanto sus labios besaron los míos, para mi suerte o desgracia, la campana sonó desprendiéndome de su agarre, para luego salir corriendo lo más lejos de él.
Me sostuve de una pared calmando mi respiración con una mano en el pecho, tratando de procesar todo lo que había visto y sentido en los anteriores minutos. El solo pensar que Nakajima Yuto se viera mínimamente interesado en mi me hacía sentir un tanto feliz, no tenía muy buena autoestima en cuanto a mi aspecto, lo cual hacía que muchas veces me sintiera poco atractivo para las personas, sobre todo porque desde pequeño siempre me interesaron los chicos, para mi desdicha, Daiki fue uno de ellos; estuve sintiéndome atraído por él aproximadamente durante tres años, amorío que superé cuando me di cuenta que él solo me vería como uno de sus mejores amigos. Ahora, Nakajima, acababa de darle un giro a mi vida monótona, giro del cual no estaba seguro si era bueno o malo, el alto, al igual que Inoo Kei , era conocido por tener muchos deslices solo por diversión y no estaba dispuesto a dejarme utilizar por un niño mimado al cual le daba igual si eras chica o chico con tal de tener un momento de placer divertido sin tomar en cuenta los sentimientos del otro. La sola idea me repugnaba.

Caminé por los largos pasillos del instituto hasta que me crucé con Chinen, el cual tenía la mirada perdida en un punto inespecífico, puesto que a pesar de la cercanía no me prestó atención. Iba a pasar de largo cuando lo tomé del brazo para que me mirara al rostro.
−Chinen… ¿estás bien?.
−¿Yamada?− De un momento a otro me tomo de las mejillas y me acerco a su rostro, mientras me analizaba cuidadosamente− ¿Te hizo algo el idiota de Yuto? –Al pronunciar su nombre una sensación extraña me invadió, como si millones de mariposas volaran en mi vientre, mientras mi corazón parecía tener vida propia.
−N-No, no me hizo daño.−Lo vi suspirar aliviado y mirarme seriamente.
−Yamada… no, Ryosuke. Hay algo muy importante que debo decirte− Su mirada me advirtió de que lo que me diría no me gustaría. –En realidad son dos cosas−Se sonrojó y las manos que aún tenía en mi rostro se deslizaron en una caricia hasta mi cintura causándome un extraño escalofrío. Todo indicaba que las dos cosas que me diría no me gustarían.
−D-dime…¿pasó algo malo?. No me asustes, por favor.
−Dependerá de cómo lo tomes el que sea algo bueno o algo malo.−Mi corazón latía nervioso en mi pecho− Te lo diré pero no aquí. ¿Crees que puedas venir a mi casa?− Me tomó por sorpresa, no sabía si sería buena idea. –Tranquilo, sabes que no muerdo. –Me ruboricé y asentí despacio a su pregunta. −¡¿Enserio?!− Sus ojos brillaron y los brazos que rodeaban mi cintura me atrajeron hacia él en un abrazo que me quitó el aire.− Te esperaré a la salida de las clases, en la entrada. –Volvió a abrazarme antes de irse a quien sabe dónde, miré mi reloj de pulsera y al percatarme de que faltaba poco para mi próxima clase, me dispuse a encaminarme a mi salón de clases.

Las clases fueron más entretenidas de lo que esperaba, tanto que cuando menos lo esperé la campana de fin de clases resonó en todo el edificio. Ahora que lo recordaba había quedado con Chinen, mi corazón latió nervioso en mi pecho. ¿Qué será lo tan importante que tiene para decirme?
Caminé  a paso ligero hasta la salida donde un sonriente Chinen me esperaba junto a su lujoso auto. De la puerta del piloto salió un hombre mayor que nos abrió la puerta trasera. Nos adentramos y en todo el camino a su casa, mejor dicho mansión, hablamos de trivialidades y nuestro proyecto de ciencias que no iniciamos gracias a la inoportuna visión que tuve que presenciar.
En cuanto llegamos a su “humilde hogar” como mi bajo compañero lo llamaba, nos dirigimos a su amplia habitación, donde una deliciosa merienda a base de té y panecillos dulces, nos esperaba. Nos acomodamos en su espaciosa cama y comimos tranquilamente entre bromas hasta que su cara se puso seria.

−Ryosuke, creo que es tiempo de que te diga…
−¡Ah! Sí. Dime…¿Qué es tan importante? – Mi mirada fue directo a sus ojos mostrándole que tenía toda mi atención.
−Pues verás…yo…− Bajó su mirada− Tu…−Tomé su mano suavemente y él subió su mirada sorprendido por mi acción.
−Sea lo que me digas, mi opinión sobre ti no cambiará. No temas a decirme lo que pasa, estoy aquí para escucharte. –Le sonreí siendo correspondido.
−Gracias, Ryosuke. Es por esto y todo lo que tú eres y haces que yo… Me gustas…− Terminó con una mirada determinante. Luego de unos segundos que procesé lo que me había dicho me sorprendí. ¿Le gustaba a Chinen Yuri?... Es decir ¿Yo?...osea ¿Yo?. Esto tenía que ser un mal sueño, una pesadilla. Yo no podía gustarle a él…porque él a mi no…
−Chinen-kun…tengo que admitir que esto si no lo esperaba, mucho menos de ti.
− Sé que fue algo repentino pero, si me dieras una oportunidad…por más mínima que sea. Yo…prometo que no te arrepentirás.
−Chinen, yo…lo siento –Hice una venia desde mi lugar− No soy lo suficiente bueno como para merecer tus sentimientos…yo, siento no poder corresponderte… me siento muy apenado…
− Aww ¿No es acaso tierno?−Ambos volteamos a ver hacia la puerta donde un Nakajima Yuto nos observaba recargado sobre la misma, con una sonrisa burlona en sus labios. – Lo siento mucho primito, pero parece ser que fuiste rechazado –Rió.
−¿Pr…Primo?...¡¿Ustedes son primos?!− No cabía de tanto asombro.
−Así es, amor –Mi corazón dio un vuelco por la forma en la cual me había llamado.
−Per….pero ustedes…en el laboratorio
−Lo que viste en el laboratorio no fue más que un accidente –Dijo Chinen de manera molesta – Yuto supo que yo te esperaba, sin saber que eras tú precisamente, así que me besó para jugarle una broma a mi compañero de proyecto.
−¿Sin saber que era yo?... No entiendo.
−Yo… −Chinen se veía por demás alterado.
−Lo que el enanito está tratando de decir que es que tu eres mi prometido, primor –Rió nuevamente mientras se acercaba a nosotros.
−¡No tenías por qué decírselo de esa manera Yuto!. – Chinen se levantó de su lugar, desafiándolo.
−Pro… ¡¿Prome… qué?! Esto no es posible… ¿Es una broma verdad?... ¿Chinen? –Lo miré tratando de encontrar algún mínimo indicio de que todo esto no era más que una broma pesada, sin embargo sus ojos demostraban que lo que había dicho Nakajima era verdad.
−Lo siento Yama-chan… es verdad lo que Yuto dice… creo que está de más decir que tus padres tienen negocios con los suyos.
− Pero…¿Por qué llegar al punto de comprometerme con alguien de mi mismo sexo? –Esa pregunta fue más para mi mismo que para ellos. Escuché la risa de satisfacción de Nakajima, quien se sentó a mi lado izquierdo besándome la mejilla.
−¿A caso me vas a negar que a ti te gustan los chicos y qué prefieres a las mujeres?− Pasó su brazo derecho por mi cuerpo hasta colocar su mano sobre mi cabeza, del lado derecho entrelazando sus largos dedos con el cabello de mi frente, atrayéndome hacia él  hasta acercar mi oído  sus labios. − ¿Me vas a negar que yo te atraigo como tú me atraes? – Eso me tomó por sorpresa. ¿Nakajima se sentía atraído por mí? De cierta forma una agradable calidez invadió mi pecho. El que yo le pareciera atractivo a alguien como él, le sumaba unos mínimos puntos a mi baja autoestima.
−¡Aléjate de él, Yuto! …Yamada es mi invitado, que tú te estés de visita no te da el derecho a estar aquí. –Intenté separarme pero solo conseguí que me atrajera más hacia él, hasta el punto en que sus labios rozaban mi mejilla izquierda, mientras mantenía su agarre en mi cabeza y su otro brazo rodeaba mi cintura.
−¿Me estás negando el derecho a estar con mi prometido?... ¿Me pregunto qué dirían tus padres si supieran que te le confesaste al prometido de tu propio primo? –Ironizó de una manera muy cruel. Con cada palabra sus labios y su cálido aliento acariciaban mi mejilla, propinándole una deliciosa sensación que me hizo liberar un suspiro involuntario. −¿Ves? Él también quiere estar a mi lado – Besó mi mejilla. Desperté lentamente de mi trance para levantar mis brazos, aun manteniendo la cálida posición con el alto pelinegro, para llamar la atención de ambos.
−Yo…en realidad… no se qué pensar. No sabía nada de esto y yo… debería hablarlo con mis padres. –Traté de sonar convincente obteniendo una pequeña risa de Nakajima, que erizó mi piel.
−No tengo ni la menor duda, eres demasiado lindo. –Me sonrojé haciéndolo sonreír y haciendo que Chinen saliera molesto de la habitación.
−¡Espera…!− Iba a incorporarme pero los fuertes brazos de mi “prometido” me mantuvieron en mi lugar.
−No es necesario que vayas detrás de él. El sabía sobre nuestro compromiso desde hace ya mucho tiempo, es algo que tiene que superar. –Aunque no me gustó la manera en que lo dijo, tenía razón. Si yo estaba destinado a contraer matrimonio con Nakajima Yuto, él tendría que superar el amor no correspondido que me profesaba.
−Estoy muy confundido –Suspiré− Demasiadas emociones para un solo día… no puedo creer que mis padres me lo hayan ocultado –Mi prometido se dedicaba a acariciarme el cabello y a rozar sus labios con mi mejilla.
−Lo que ocurre es que el compromiso dependía completamente de mí, bonito −¡¿Qué quiso decir con…?! –Quiero decir que mi padre me había dicho sobre esto hace mucho, pero como no te conocía no estaba seguro de aceptar. Ahora que veo lo lindo que eres –Besó la comisura de mis labios− No dudé en aceptar, llamé a mi padre en cuanto saliste corriendo del laboratorio –Rió. –Después de todo, de este matrimonio depende de que tu familia se quede o no en banca rota ¿Sabes?... supongo, por tu expresión, que desconocías la situación financiera de tus padres. – Volvió a besarme la comisura. Yo estaba como petrificado, no sabía que pensar, como reaccionar, como dirigirme a mis madres después de ocultarme algo así.
Sentí como la calidez poco a poco me abandonaba junto con la cercanía de Yuto, a causa de que él se había incorporado, para después sentir como su mano tiraba de la mía hasta guiarme por la casa hasta lo que noté era un auto aún más lujoso que en el cual había llegado hasta la mansión Chinen. Nos adentramos al mismo y escuché como mi ahora prometido le daba las indicaciones al conductor para llegar a mi casa. En el camino no dije nada, solo miraba a la nada mientras era rodeado por los brazos de Yuto y me limitaba a sentir sus pequeños besos en mis mejillas y uno que otro en la comisura de mis labios. En cuanto llegamos a mi casa, fuimos recibidos por mi hermana, que al ver a Yuto se sorprendió, pero después le sonrió. Ahora me esperaba una larga charla con mi familia….

Fin Pov Ryosuke.

Pasaron varios días en los cuales me dedicaba a ignorar y evitar a Inoo Kei, no porque me acosara o le temiera, sino porque cada día me sentía más y más confundido. Cada vez que cruzábamos miradas, algo en mi interior se movía a gran velocidad, como miles de mariposas en una maratón. A pesar de que lo esquivaba, una parte de mi quería cruzármelo “accidentalmente” y volver a la rutina del acosador y el acosado.
Varias noches fueron en  las cuales no pude conciliar bien el sueño, siempre pensando en él, en como sería si no fueran roces a la fuerza, si en vez de eso el me hablara como una persona normal. Creo que si eso algún día pasara, no dudaría ni un segundo en… ¡¿Qué estaba a punto de decir?!, creo que me estoy volviendo loco.

Pasaron varias semanas evitando  a Inoo hasta que me llegó a dar una cierta abstinencia a su cercanía, a sus caricias y sobre todo a sus besos, algo que me estaba volviendo loco, este en definitiva no era yo.
A la hora de la salida, me despedí de un enérgico Hikaru y un nervioso Ryosuke –Ya mañana le preguntaría que le ocurrió- y opté por quedarme en la biblioteca a terminar un trabajo, simplemente me era complicado, las matemáticas nunca habían sido mi fuerte. Me acomodé en una mesa apartada, cercana a la sección de libros de matemáticas. Tan empeñado estaba en ese maldito ejercicio que no noté cuando un torso de apego a mi espalda y dos brazos eran apoyados sobre el escritorio. El aroma que emanaba ese cuerpo solo podía ser de una sola persona.  ¡Ayuda!– Juraría que mi corazón se detuvo por unos segundos.
–Yo…etto…ya me iba–¿Por qué ahora?... Dios, realmente me odias, lo sé.
–El ejercicio debe darte negativo, el desarrollo está bien hecho….solo te has equivocado en esto ¿ves?– Me llevé una gran sorpresa al ver que había tomado mi lápiz y me marcaba los errores que había cometido. Observé bien las correcciones y me dediqué a rehacer lo que estaba erróneo, sin tomar en cuenta que ahora se había sentado a mi lado hasta que sentí una suave caricia en mi mejilla. Yo continué haciendo el ejercicio ignorando su toque.
–¿Es correcto? –Me animé a preguntarle, una vez hube finalizado. Desde su posición lo observó atentamente.
–Si, está perfecto. –Suspiré aliviado y continué con el siguiente. No sé cómo es que podía hacer los ejercicios, siendo que él me observaba a todo momento, supongo que solo me concentré en terminar el trabajo a tiempo, sino reprobaría. De un momento a otro se levantó de su asiento desapareciendo por unos instantes, para después aparecer con un libro que parecía ser de arquitectura en la mano. A medida que iba haciendo un ejercicio o no entendía algo de los mismos, tomaba valor para preguntarle a mi acompañante el cual me contestaba sin dudar, se ve que tenía bastante facilidad para los cálculos. En cuanto terminé solté un gran suspiro y me estiré en la silla, Inoo se había dedicado a leer su libro a mi lado mientras tanto.
–Por fin, ahora podré dormir tranquilo– Me incorporé de mi asiento y guardé todas mis cosas. Cuando estaba por agradecerle sentí como me abrazó por detrás, uno de sus brazos rodeó mi cintura y el otro mi cuello, y me dió un beso húmedo en la conexión del hombro y cuello.
–Me has estado evitando todo este tiempo… ¿Sabes lo solo que me he sentido?− Mordió la zona que antes besaba, obteniendo un gemido de mi parte. Intenté apartarlo, pero cuando ejercía fuerza con mis brazos para separar los suyos de mi cuerpo, el repetía la acción de morderme provocando una disminución en mi fuerza. −Dai, creo que me he hecho adicto a tu aroma…y a tu sabor–Un jadeo se me salió involuntariamente.− ¿Extrañaste tenerme de esta forma a tu lado, gatito?− Introdujo la mano que rodeaba mi cintura por debajo de mi uniforme, acariciando mi plano abdomen generando escalofríos en toda mi anatomía y erizándome la piel. –Pareciera ser que sí. Yo si te extrañé, no sabes cuánto.
–Inoo, estamos en la biblioteca.− Fue lo primero que se me pasó por la mente para evitar esa situación.
–¿Estás insinuando que si te llevo a otro lugar más íntimo me dejaras hacerte lo que quiera?– Su voz sonaba sensual, pero a la vez divertida por la situación.
–Yo…no…no me mal interpretes.–Me volteó y el brazo que rodeaba mi cuello me atrajo hacia él en un beso apasionado, que de extraño modo me supo muy dulce, tan dulce que no pude evitar corresponderle colocando mis manos en su rostro, acariciando sus mejillas con mis dedos pulgares. Al ver mi aprobación sus dos brazos rodearon mi cintura, adentrándose debajo de mi ropa, acariciando suavemente mi torso, y mis manos se deslizaron hasta posar mis dos brazos alrededor de su cuello, atrayéndolo aún más a mí. Nuestros labios comenzaron una danza lenta, dulce, sin apuros; acoplándose a la perfección como dos piezas de rompecabezas, como si mis labios hubieran sido creados para ser suyos. Su lengua delineó mis labios pidiendo permiso para profundizar el beso, sin dudarlo accedí. De alguna forma me estaba empezando a gustar la extraña forma que tenia de acosarme.
Su lengua se adentro lentamente en mi boca recorriendo toda la húmeda cavidad, el sabor de Inoo me gustaba, sabía a menta, juraría que comía de esos dulces mentolados a menudo generándome una adicción. Su músculo rodeo al mío incitándolo a comenzar una batalla por el dominio, batalla que mi pelinegro terminó ganando. Creo que ya no sabía bien lo que hacía, dónde o con quién me encontraba, puesto que cuando se separó uno centímetros de mí, mi brazo derecho dejó inmediatamente su cuello para tomarlo de la corbata y atraerlo hacia mí, en un nuevo beso mucho más apasionado que el anterior, obteniendo una sonrisa complacida de su parte en medio del mismo.
Sus besos descendieron desde mis labios por mi mentón, hasta mi cuello, donde se tomó su tiempo para brindarle besos profundos y una mordida que a parte de sacarme un gemido, me trajo a la realidad. Mi brazo izquierdo dejó de rodear su cuello para tratar de apartarlo de mí.
−Espera,  Inoo-senpai− Mi voz sonaba agitada –Cualquiera puede venir y ¡aghrr! –Había mordido nuevamente la conexión de mi hombro y mi cuello. De un momento a otro se separó de mi encendido cuerpo para tomar mi mano con una de las suyas y mi mochila con mis cosas en la otra arrastrándome fuera de la biblioteca. Con la poca cordura que me quedaba le seguí el paso hasta lo que parecía un clóset  de limpieza, en el cual me metió para luego ingresar  y cerrar la puerta a sus espaldas mirándome fijamente, como un depredador a su presa.
−Hoy no te me escapas, Daiki. Ya son varias veces que dejas con las ganas y no quiero una tercera. – Su voz sonaba agitada, como si se estuviera conteniendo.
Él comenzó a avanzar hacia mí lentamente, al tiempo que yo retrocedía, hasta que para mi desgracia me topé con la pared de la pequeña habitación. A pesar de que quería huír, mi cuerpo me traicionaba y a medida que mi pelinegro se acercaba, mi cuerpo se encendía aún más, como si deseara ser completamente sometido por Inoo. Éste colocó ambas manos sobre la pared, demostrando lo acorralado que me encontraba, y,  aún con la escasa iluminación, podía detectar su mirada deseosa y su sonrisa cargada de arrogancia. Su cabeza descendió hasta colocarse sobre mi hombro y liberar mi aliento sobre mi expuesto cuello, estremeciéndome.
−Inoo, no hay por qué acelerar las cosas, estamos en la escuela ¿neh?− Traté de excusarme, aunque sabía mejor que nadie que en fondo quería que la distancia con Inoo sea reducida a cero, ¡demonios que lo deseaba!. Lo deseaba a tal punto de que me desconocía a mi mismo, siempre fui un chico que creyó ciegamente en el amor, motivo por el cual siempre me dije que estaría con la persona que amara. Este chico busca pleitos estaba corrompiendo mis ideales con tan solo una caricia, ¿tan bajo he caído? ¿Tan fácil me sometió?... acaso…¿Acaso si otro hubiera hecho lo que Inoo Kei hizo y estaba haciendo, hacía, reaccionaría de la misma manera?. Todas las interrogantes hicieron que una a una las lágrimas fluyeran por mi rostro, liberando la angustia que contenía mi ser. No quería ser así, no quería terminar como todos esos arrastrados que seguían a Inoo Kei día y noche como si fuera una celebridad. No quería ser un necesitado de atención como lo eran todos los de mi instituto, pero por sobre todas las cosas, no quería ser uno más en la lista de conquistas y deslices de mi acompañante. Un hipido se escapó de mis labios alertándolo de mi situación actual.
Se separó de mi cuello para mirarme con algo que nunca creí ver en su rostro, preocupación y tristeza.
−¿Qué ocurre, Daiki?− Las manos que antes mantenía apoyadas en la pared, ahora estaban sobre mi rostro limpiando mis lágrimas que ahora fluían con más libertad. Ahora todo está más que claro, me había enamorado de Inoo Kei, ya no quería ser simplemente un desliz, quería ser algo mucho más importante…a decir verdad quería ser lo más importante en la vida de Inoo Kei. Quería ocupar sus pensamientos, como el ocupaba los míos día a día. Quería ser aquél que le saque una sonrisa en cualquier momento, aquél por el que sus ojos brillen, quería ser amado por él.
¿Pero cómo lograrlo cuando él solo me veía como una diversión momentánea? Un deseo que después de ser saciado, dejaría de lado como si nunca hubiera sido parte de él.
−No quiero esto… ya no más. No quiero terminar como todos aquellos−Hipé− No quiero ser solo un desliz… espero y quiero algo mejor para mi vida. Yo…− No pude continuar puesto que unos labios se habían entrelazado a los míos con una pasión que nunca había sentido, siquiera cuando nos besamos en la biblioteca. Era un beso sumamente delicioso, tanto que logró nublarme los sentidos y me incitó a corresponderlo. Lo correspondí con  una pasión desconocida para mí, solo quería fundirme en esos labios. Esos labios que me quitaban el aliento, esos con los cuales soñaba todas las noches. Se separó lentamente de mí entremezclando nuestras agitadas respiraciones.
−¿En verdad crees que eres un simple desliz?− Me miró seriamente a los ojos, al mismo tiempo se ocupo de limpiar los restos de lágrimas que aún quedaban en mis rasgados ojos. –Que idea tan errada tienes de mi, Daiki. De ser solo un desliz te hubiera tomado hace ya mucho tiempo, sin importarme utilizar la fuerza para lograrlo− Rió ante su confesión. –Si hago todo lo que hago, es porque me interesas.
No podía creerlo, no quería hacerme ilusiones pero por lo que entendí, yo le gustaba  Inoo. Una sensación cálida rodeó mi pecho y las mariposas volaron en mi vientre, al tiempo que mis mejillas aumentaban su temperatura.
−Yo…no se que decir.
−Solo contéstame a la siguiente pregunta− Tomó mi mentón haciendo que nuestras miradas se cruzaran− ¿Quieres tener una relación seria conmigo?...quiero decir ¿Saldrías conmigo?. – Mi corazón latía como loco al tiempo que contenía la respiración. Estaba confuso, pero algo si tenía en claro, lo quería…lo amaba y sería un verdadero idiota, como dirían mis amigos, si no aceptara.
−Si, si quie…−A penas pude responder antes de que sus labios devoraran los míos sin compasión.
−Ahora elimina toda idea de deshacerte de mi, porque a partir de este mismo instante eres propiedad exclusiva de Inoo Kei…

Continuará.

Ufff, sin dudas me costó escribir este capítulo. Muchas emociones juntas neh?. Sobre todo con el YamaJima de por medio jeje.
Denme tiempo para actualizar este fic, tengo peticiones de fics con las cuales cumplir :)
Espero les haya gustado y espero sus lindos comentarios n.n.

7 comentarios:

  1. Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    Dios mio a estado increible¡¡¡
    No..no mas bien alucinante¡¡¡
    Escribes como los angeles¡¡¡ y siiiiiiiiiiiii
    demasiadas emociones unidas'¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
    El fic esta demasiado perfecto¡¡¡
    El inoodai porfin junto oommmgggg¡g¡¡¡¡
    Aver lo que pasa no puedo esperar¡¡¡
    Se ve tan emocionante y mi inoo es tan sensual asdsaddsad
    Y el yamajima tambiennnnnnnn lya>////////<
    Perfecto¡¡¡yamada se quedo en shock total durante todo el dia jaja pero me encanto eso de que mientras estaba en blanco yuto lo besaba¡¡se veia tan....aj hdfbkndfbj
    Lo ameeeeee¡¡¡¡¡¡
    ¿Y que pasara con chii?¿¡¡luchara por yamada o se buscara a otro ¿'¡¡'¡
    Oomgg¡¡demasiado perfecto¡¡
    Algo me dice que inoo y yuto van a tener problemas con la relacion ariyama¡¡asdsa
    Contiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

    ResponderEliminar
  2. HXJSHSJHWHEHDHFHDSBDJBSHDSBVSSH Lo renovaste!!!!!!! >////<
    Me encanta!!! Me encanta muchisimo!!!!!!
    Yuto me gusta en este fic e.e Es tan duwbdj sexoso e.e Pobre Yamada con lo de sus padres....
    Siiiiiiiii!!!!!! Son novios oficialmente!!! Tanta atracción tenia que terminar asi e.e Me gusta el Inoo posesivo svshsjshjdjd Eso terminará bien bdjshdjhdo (<--- piensa en cama)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. hahahaha pronto te daré la dosis de lemon (?) hahahaha era una medicina xD

      Eliminar
  3. ola.......acabo de encontrarme con tu hermosooo blog escribes lindisimoooo kyaaaaaa amo tus hrmosos fics son geniales....ahorita mismo te sigooo.....tambien me encantaria que siguieras este hermoso fic Devil Beside you onegaiiii me encanta y nececito saber que va a pasarrrr.......pasando a este hermoso fic esta genial me encantooo kyaaaa hermoso lo ameeeee quiero contiiii plissss estuvo hermoso....gambatte....sayonara..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estaba pensando en escribir la continuación de ese fic justamente. Termino con unos pedidos de fanfics y actualizaré ese n.n

      Eliminar
  4. Oigan... Akari... ._. JURO QUE PUSE MI COMENTARIO AQUI. Me paso por tu blog apenas y cuando vi en comentarios me quedé con WTF? PORQUE DE NUEVO MI COMENTARIO NO ESTA? O_O? O es que... Blogger me odia? Por que a mi?!!!!! Pero ya que lo acabo de leer de nuevo... Me ha vuelto a encantan como me encantó esa vez *-* Me encanta como escribes y quiero renegar con blogger por siempre hacerme los mismo, eliminar mis comentarios e_e UGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGH!!!

    Maldito blogger w_w

    ResponderEliminar