Eres Mio 3/3 (final)

Capitulo 3 (Final)


TITULO: Eres mío


PAREJA: Inoo-Dai


CAPITULOS: 3


ADVERTENCIAS: Yaoi- lemon


Narra Daiki:

Recordé nuestra primera vez y me ruboricé inmediatamente.
Ahora me encontraba solo, en mi antigua casa, recordando los bellos momentos que compartimos….
Repentinamente una lágrima recorrió mi mejilla, trayéndome a la realidad.
Tú te comprometerías pronto con una chica rica, alguien de tu clase… posiblemente alguien que pueda darte lo que yo no.

Escucho la puerta y ni siquiera tengo que verla, puesto que se que es Yabu kota, mi ex novio y
uno de mis mejores amigos.

-¿Piensas quedarte lamentándote su perdida todo el día? porque déjame decirte que apuesto que el
te sigue amando - Repentinamente recordé cuando Kei me mencionó su charla con Kota para alejarlo de mi. Sentándome bruscamente y mirándolo con cierta curiosidad.
- ¿Qué… qué fue lo que te dijo Kei cuando se conocieron?- Me miró sorprendido, apuesto que no se
esperaba mi interrogante.
-Bueno… veras, me espero en la puerta de mi departamento y me dijo- me miro nerviosamente- que tu le pertenecías y que me alejara de ti o que lo enfrentara.
-¿Q...qué?- no lo podía creer, a todo aquel interesado en mi le decía lo mismo.
- no se de que te sorprendes si el siempre fue así de posesivo contigo. Debo irme, nos vemos Dai-Alejándose de mí.


Narra Kei:


Estaba cerca de la casa de Daiki cuando me cruce con la última persona que deseaba ver.

- Yabu- Dije secamente, a lo cual me miró seriamente.
- No te entregué a Daiki precisamente para que lo hagas sufrir de esta forma- Me dijo bruscamente.
- ¿De qué hablas?
- ¡¿Qué de qué hablo?... ¿Cómo te atreves a cambiar a Daiki por esa chica rica?- Ahora todo
tenia sentido.
- ¿Ósea que Daiki cree que lo dejare para casarme?- Dije preguntándome a mi mismo- pues déjame decirte que ya rechace la oferta. Yo a la única persona que amo es a Daiki.
- Pues díselo a él, puesto que hace días que esta actuando extraño.- Luego de eso se
alejo de mi.

Ahora entiendo porque Daiki se comporto tan frío aquel día, volviendo a su antigua casa. Corrí hasta la esquina de su casa, algo me decía que seria la única forma de que pueda hablar con él sin que me cierre la puerta en la cara.
Tome mi celular y llame a mi chofer para que me esperara cerca y así podría llevar a Daiki a casa nuevamente aunque sea a la fuerza, me negaba rotundamente a dejarlo.

Narra Daiki:

Salgo de mi casa
para despejarme de todo lo ocurrido y te encuentro justo parado en la esquina
de mi casa, como si supieras que saldría.

- Así que por fin saliste… llevo 2 horas esperándote… tenemos que hablar- me dijo mirándome seriamente.
- No tenemos nada de que hablar… tu ya tomaste tu decisión, así que hasta aquí…- No
pude terminar puesto que me tomo del brazo jalándome y metiéndome a una
limusina.- ¿Qué… qué crees que haces?- dije bastante molesto.
- Llevarte a casa y que dejes de actuar como un niño- ¿Soy yo Kei me había contestado de una manera demasiado irritante?. Mantuve silencio hasta que llegamos a su mansión, en cuanto el vehículo se detuvo me tomó del brazo jalándome dentro, me metió a su habitación y como la primera vez que nos conocimos me encerró.
- ¿Que acaso soy un animal salvaje que me tienen que encerrar?- Dije molesto.
- En realidad el salvaje aquí soy yo- Me dijo del otro lado, haciendo que me sonroje al
descubrir sus intenciones.

Llegó la noche y a pesar de que me Traian todo lo necesario, no había rastro de Kei. Decidiéndome a dormir. No podía dormir, haciéndome imposible dejar de pensar en Kei. Repentinamente escuché la puerta abrirse.

- ¿Aún estás despierto?
- ¿Kei?- Sentí como se recostaba a mi lado tapándose con las sábanas y repentinamente se colocaba sobre mi.- ¿Qué haces?
- ¿Sabes lo que es una semana alejado de ti?... no pienso casarme con nadie si no eres tu-Comenzó a besarme, pero este beso era diferente a los anteriores… se sentía…se sentía como…¿amor?. En cuanto procesé lo que me había dicho, no pude evitar que unas lágrimas salieran de mis ojos- Te amo Dai, no dejaré que seas de otro.
- Yo… yo también te amo Kei, no sabes cuanto- dije aun sollozando.- beso mis mejillas
cubiertas de lagrimas.
- No dejaré que nada ni nadie te aleje de mi- Comenzó a besarme el cuello dulcemente y dejando su respectiva marca. Pero que importaba? Después de todo hasta yo acepte que le pertenecía. Beso mis labios apasionadamente metiendo su lengua y explotando cada parte de mi cavidad. Tomo mi remera y la arranco de mi cuerpo.
- ¿Jamás sacarás la costumbre de romper mi ropa verdad?- dije con dificultad, a lo cual solo sonrió y continuó con lo suyo.

Antes de que me diera cuenta los dos estábamos completamente desnudos, recorriendo el cuerpo
del otro. Se sentía tan bien estar con Kei nuevamente. Lo extrañe demasiado. De un momento a otro se adentro en mí, haciéndonos gemir a ambos sin control. Terminamos con un gran gemido a causa del orgasmo quedando profundamente dormidos.

Al despertar, lo primero que vi fue el hermoso rostro dormido de Kei. No resistí la tentación y acaricie suavemente su rostro. Siento como se despierta e intento alejar mi mano, pero el es más rápido y toma mi mano acercándola a su rostro nuevamente, al tiempo que abre los ojos sonriéndome y haciéndome sonrojar.

-Te amo.
- ¿Por qué tan de repente?- pregunté sorprendido
- ¿Qué acaso no puedo decirte lo que siento cada vez que te veo?... te amo mi Dai- Me dijo al
tiempo que se colocaba sobre mi y me besaba dulcemente.
- Kei… ¿nunca te cansaras de esto?- Le dije con voz agitada
- Nunca, porque eres mío…